A través de la arquitectura histórica de Caguas, descubrirás la vida y obra de un gran hombre de fe, en camino a convertirse en el primer santo puertorriqueño y del Caribe, cariñosamente conocido como el Beato “Charlie”. Beato significa bienaventurado que goza del paraíso celestial.
Para la Iglesia Católica, es un difunto cuyas virtudes han sido previamente certificadas por el papa y puede ser honrado con culto, el último paso antes de declararlo Santo.
En esta Ruta, te explico cómo recorrer los mismos pasos que el Beato por la ciudad criolla. Además puedes visitar su casa y los museos sobre su legado de valores, sacrificio y amor al prójimo. Explora también el fascinante centro histórico y gastronómico cagueño.
En una histórica estructura, construida en 1910 al estilo neoclásico, residió Charlie, como cariñosamente le llamaban. Nació en Caguas en 1918. Desde muy niño, demostró una vida de fe, dedicada a llevar al prójimo hacia Dios.
A pesar de ser un hombre muy enfermo, se caracterizó por su sentido del humor, prodigiosa memoria y por nunca demostrar queja alguna. Enseñó y rescató en Puerto Rico la práctica de la Vigilia Pascual dentro de la Semana Santa, para lo cual acuñó su reconocido lema: “Vivimos para esa noche”. Fue a mediados del siglo 20 que el Beato residió en esta casa familiar, hoy convertida en museo y ambientada con mobiliario del siglo 19 al estilo Isabelino.
El Beato Carlos Manuel enseñó y rescató en Puerto Rico la práctica de la Vigilia Pascual dentro de la Semana Santa.
Dentro del museo, podrás descubrir la trayectoria de su vida, su memorabilia, sus reliquias, el lugar donde dormía y oraba. El milagro utilizado por el Vaticano para su beatificación fue la curación de un caso de cáncer maligno a una mujer quien pidió su intercesión.
La imponente Catedral Dulce Nombre de Jesús predomina frente a la plaza Palmer del centro urbano como el templo más grande de la región centro oriental de nuestra Isla. Edificada en el 1936, donde originalmente se fundó la antigua Ermita de San Sebastián en 1626, se considera el lugar en el recinto cristiano más antiguo de todo el valle del Turabo.
Su arquitectura es de estilo neoclásico con influencia románica. Se destacan sus dos torres de campanarios coronados con tejados piramidal y su gran rosetón o ventanal circular de vitrales en el centro de la fachada.
Este templo diariamente era visitado por el Beato Charlie.
Los tres arcos con montantes en la entrada nos marcan las tres naves interiores con techo a dos aguas de madera. Hay arte religioso en mosaicos y en las esculturas del Vía Crucis en las columnatas. Este templo diariamente era visitado por el Beato Charlie. Aquí, yace la urna con sus restos mortales.
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